Hay que recordar a los conductores que los faros no están sólo para ver, sino también para ser vistos. La importancia de una revisión y mantenimiento periódico de los sistemas de iluminación es fundamental.
Los faros fabricados en materiales plásticos resultan sensibles a las condiciones meteorológicas, resultando dañados a causa de largas exposiciones al sol, que van haciendo que los faros se tornen opacos, amarillentos o sucios, siendo necesario realizar un pulido o limpieza de faros.
Ya no es una simple cuestión estética, se trata de una cuestión de seguridad, ya que una óptica en mal estado puede reducir peligrosamente la visibilidad, ya que retiene un porcentaje, que puede llegar al 50% de la que emite la lámpara.
