La suspensión neumática basa su funcionamiento en las propiedades que ofrece el aire sometido a presión. En esta suspensión, se sustituye el resorte mecánico (muelle, ballesta o barra de torsión) por un fuelle o cojín de aire que varía su rigidez.
La suspensión neumática permite:
– Adaptar la carrocería a distintas alturas en función de las necesidades de marcha.
– Adaptar la suspensión y la amortiguación a la situación de la calzada y a la forma de conducir.
Reparamos las suspensiones neumáticas de los vehículos más actuales que hay en el mercado, y de marcas como Audi, Mercedes, Range Rover, etc.
Es frecuente que con el paso del tiempo los balones que llevan estos amortiguadores, por el uso continuo, tengan pérdidas de aire, ocasionando que el vehículo muestre una altura al suelo diferente de unas ruedas a otras.
Esto se puede solucionar con la reparación de dichos balones, ahorrándonos gran parte del presupuesto de una sustitución.